Las auditorías de eficiencia energética ofrecen grandes beneficios tanto a empresas como a entidades públicas, a continuación te damos más detalles.
La eficiencia energética es la clave para poder conseguir un crecimiento sostenible, asegurar el abastecimiento energético y las emisiones de sustancias contaminantes. Es por ello que consejo europeo comenzó a elaborar un plan de eficiencia energética.
La Directiva de Eficiencia Energética (EED) es la principal norma europea para poder conseguir la reducción de los consumos energéticos asumidos por la UE. Son muchos los cambios que se han realizado desde que en noviembre del 1988, la Directiva 88/609/CEE del Consejo, estableciese límites sobre emisiones a la atmósfera de determinados agentes contaminantes procedentes de grandes instalaciones de combustión.
Actualmente se encuentra en vigor la Directiva UE 2018/844, que modifica las Directivas 2010/31/UE, relativa a la eficiencia energética de los edificios, y la 2012/27/UE, relativa a la eficiencia energética.
Están obligadas a realizar auditorías de eficiencia energética las empresas que cumplan los siguientes requisitos:
Una vez realizada la primera auditoría, las grandes empresas deben someterse a una renovación cada 4 años.
A pesar de que las microempresas, y pequeñas y medianas empresas (PYMES) se encuentran exentas del cumplimiento del RD56/2016, puede ser positivo detectar los derroches de energía para poder realizar las medidas oportunas.
Otros beneficios que la auditoría puede reportar a las empresas son:
Existen ayudas y subvenciones tanto a nivel estatal como por Comunidad Autónoma para la implantación de medidas de eficiencia energética.
Si deseas más información, consúltanos, nuestros técnicos te asesorarán con cualquier duda sobre las ayudas, procesos de la auditoría y la eficiencia energética.